martes, 6 de agosto de 2013

La amistad.

A Carmen



Logra tus sueños, esfuérzate, siempre esfuérzate, comprende, siempre déjate ayudar por los que te quieren. Estate atenta ante cualquier señal que pueda cambiar tu vida.  Escucha atentamente las palabras de aquellas personas que son sabias y merecen ser escuchadas.

Siempre sé valiente  como lo eres. Sigue siendo la excelente persona que has sido desde que te conocí. Baila y ríe, perdona y olvida. Yo sé que falta poco para que viajes a Canadá, siempre lo has querido, siempre te escuche hablar muy entusiasmada de tu viaje al extranjero, no te rindas, sigue con las buenas vibras y veras que en menos de lo que piensas estarás en el avión rumbo a otra ciudad, rumbo a una nueva historia.

Durante estos cinco años, hemos aprendido juntas que la amistad se cosecha día a día, durante esos momentos que nos marcan, que más que estar  de acuerdo con algo, es la buena onda las que nos hace que siempre nos llevemos bien. Que más allá de ropas, y de cosas de chicas, son las cosas internas y profundas las que nos hacen que estemos aprendiendo una de otra siempre. Recuerda que por más mala la situación que hayamos pasado, una de nosotros siempre estuvo dispuesta a escuchar y a ser  ante todo sabias en nuestras palabras.

Me enseñaste que un amigo de verdad, nunca te dice lo que tú quieres escuchar, te dice la verdad y lo que es mejor para ti. Nosotras sabemos lo que nos ha costado que nos digamos la verdad, ese momento crudo de la verdad, para solo así saber que es lo más indicado para nosotras.  Querida amiga, nunca dejes de ser tú, siempre mantente expectante ante cualquier oportunidad que se te presente para la vida, sabes que siempre podrás contar conmigo para cualquier situación que sea necesaria.

Sabemos que nuestra amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo. El tiempo y las experiencias nos los han dicho. La  confianza y el sentido del humor siempre acompañaron nuestras conversaciones. Creo que debe ser así siempre. 

Debo darte gracias por incentivarme siempre a escribir, gracias por apoyarme en los momentos más difíciles, en los cuales una llamada tuya, y una salida en grupo junto a Diego, Soraya y Gabriela siempre ayudaron, por dar la esperanza cuando todo estaba destruido, gracias por construir de nuevo mis ánimos.

Gracias, porque luego de casi un año he terminado de escribir la novela, gracias por incentivarme siempre a escribir.  Quiero que estés presente en la presentación del libro, que posiblemente será en setiembre. Gracias por apoyarme una vez más.

Nunca pierdas tu esencia. Sé siempre la maravillosa persona que eres.